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Preguntas frecuentes

Personalidad esquizotípica
Suelen ser personas excéntricas, peculiares, pero con un mal funcionamiento en la vida cotidiana.

Su pensamiento y la manera de percibir el entorno suelen estar distorsionados y resultar raros, por lo que presentan dificultades en las relaciones sociales que, típicamente, no mejoran con la familiaridad y el acercamiento.

Es frecuente la creencia en la magia, la clarividencia o la telepatía, pero sin llegar a tener una idea delirante o la convicción de estar siendo controlados por el exterior o que les roben el pensamiento.
Otros trastornos de personalidad
Hemos hecho un pequeño resumen de los que más frecuentemente son motivo de consulta especializada, pero existen otros Trastornos de la Personalidad que son incluso más frecuentes o más incapacitantes que algunos de los mencionados.

Por ejemplo, en el Trastorno de Personalidad por Dependencia, el paciente puede aceptar un estilo de vida que le supone un profundo malestar o desagravio, tolerando incluso situaciones de maltrato, con tal de ser aceptado por los demás (normalmente una persona en particular), en un comportamiento dominado por el miedo al abandono.
Estas maneras de ser, que suponen un “trastorno”, son susceptibles de ser modificados con un tratamiento adecuado y especializado.
¿Qué son los Trastornos del control de impulsos?
Históricamente los trastornos del control de los impulsos se han definido como comportamientos perjudiciales realizados en respuesta a impulsos irresistibles. Fueron descritos hace más de cien años.

Comprende a una serie de enfermedades de presentación clínica diferente con un elemento común: la dificultad para resistir un impulso, una motivación o una tentación de llevar a cabo un acto que se sabe perjudicial para la persona o para los demás. Sin embargo, se considera que en su génesis todas comparten una base biológica común.

El sujeto percibe una sensación creciente de tensión o activación interior antes de cometer el acto y, en el momento de llevarlo a cabo, placer, gratificación o liberación. No siempre existen sentimientos de culpa, autorreproches o arrepentimiento después de realizar la acción.
Trastornos por uso de sustancias (TUS)
Consideramos que existe un TUS cuando el patrón de consumo es desadaptativo, y conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativo, que interfiere con la calidad de vida de la persona y sus relaciones con el entorno, así como complicaciones somáticas derivadas del consumo.

En ocasiones el TUS es secundario o concomitante con otras Enfermedades Mentales. Hablamos en estos casos de Patología Dual y es mandatario identificar su presencia, ya que el tratamiento del TUS sin el correspondiente abordaje de la otra enfermedad está condenado al fracaso.

En los casos de TUS primario, en los que el uso inadecuado de sustancias no se relaciona con la presencia de otra enfermedad mental, el tratamiento irá dirigido al consumo. Sin embargo, no debemos olvidar que estamos hablando de una Enfermedad Mental, y la persona que lo padece es un paciente, un enfermo, y requiere la atención adecuada.

No existe un tratamiento farmacológico específico para el TUS. En los casos de TUS aislado, normalmente se intenta identificar rasgos que, sin suponer una enfermedad “per se”, contribuyen a la aparición de estas conductas de abuso o dependencia o suponen un factor perpetuador de su uso inadecuado, trataremos estos factores y, secundariamente, el TUS.

La psicoterapia suele ser imprescindible en estos casos.

La mayor barrera con la que normalmente nos enfrentamos los profesionales y, sobre todo, el entorno de estos pacientes, es la falta de conciencia de problema, tan frecuente en estos enfermos, y que la voluntariedad para someterse a tratamiento es absolutamente imprescindible, siendo infructuoso todo intento de abordaje subrepticio o involuntario que no implique la participación directa del paciente y su esfuerzo personal.

Dentro de las sustancias que más frecuentemente son objeto de abuso, dependencia o, en general, uso inapropiado se encuentran:

• El Alcohol
• Los Derivados Opiáceos (Heroína, Mórficos, algunos Antitusígenos con Codeína)
• La Cocaína
• Las Benzodiacepinas
• El Cannabis, el Hachís o la Marihuana
• El Tabaco
• Los Inhalantes (como algunos tipos de pegamento)
• Las llamadas Drogas Sintéticas o “de diseño” con acción estimulante (MDMA y otros derivados anfetamínicos, el “khat”)
• Las drogas Alucinógenas (de origen natural como el Peyote o la Mescalina, o de origen sintético como el LSD o el PCP)
Trastornos del control de impulsos
Lo ideal para el tratamiento de los TUS, es el abordaje multidisciplinar, tanto farmacológico (imprescindible en las fases iniciales en algunas drogas, como el Alcohol o las Benzodiacepinas) como psicoterapéutico.Son ejemplos de Trastornos del Control de Impulsos:

• El trastorno explosivo intermitente
• La cleptomanía (robar sin control baratijas o artículos no necesarios)
• La ludopatía (o juego patológico)
• La piromanía (placer al prender y observar el fuego, distinto del incendiario)
• La tricotilomanía (arrancarse el cabello o el vello de la cara)
• Otros: Compras Compulsivas (Oniomanía), el Rascado Compulsivo (o Excoriación Psicógena), la Onicofagía (comerse las uñas de forma descontrolada), la Hipersexualidad y la Automutilación Repetitiva (Síndrome de Van Gogh).

Por lo general aparecen en la adolescencia/ inicio de la edad adulta.

En la Enfermedad de Parkinson es frecuente la aparición de este tipo de trastornos durante el tratamiento con fármacos agonistas dopaminérgicos. Intentar retirar estos fármacos puede suponer un empeoramiento de la enfermedad neurológica, por lo que en ocasiones lo ideal es tratar el descontrol de Impulsos de forma independiente.
¿Es más frecuente el TOC en personalidades obsesivas?
Antiguamente se consideraba que sí. Sin embargo se ha visto que fenomenológicamente se trata de dos enfermedades diferentes. Se puede padecer un TOC sin haber tenido una personalidad previa obsesiva y, al contrario, aparecer un TOC en alguien sin rasgos obsesivos de la personalidad. La diferencia fundamental es que las personalidades obsesivas lo viven de forma agradable, les gusta ser así, aunque a veces les dificulte las relaciones interpersonales. Sin embargo, el TOC vive su enfermedad siempre de forma desagradable y angustiosa.
¿Es una enfermedad crónica? (TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO (TOC) )
El curso evolutivo es diferente en los distintos pacientes. Existen casos de episodios de síntomas compatibles con TOC que ceden con tratamiento y no se repiten, pero la mayoría de los casos son crónicos. Para esto es fundamental la psicoterapia, que puede ayudar a que las dosis de medicación sean inferiores y, en algunos casos, curar la enfermedad pudiendo llegar a retirarse el tratamiento.
¿Qué tipo de psicoterapia es la más indicada? (TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO (TOC) )
Como norma general, la Terapia Cognitivo-Conductual es la que ha demostrado ser la más eficaz en el tratamiento del TOC. Sin embargo, se debe valorar de forma individualizada, ya que otros tipos de psicoterapia pueden ser más eficaces en algunas personas.
¿Por qué se trata con antidepresivos? (TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO (TOC) )
La serotonina no solo está implicada en la Depresión. Se ha visto que éste es el neurotransmisor más directamente relacionado con el TOC. El hecho de no tener síntomas depresivos o de que en el “prospecto” de los fármacos normalmente propuestos para el tratamiento del TOC no siempre ponga que el fármaco está indicado específicamente para el TOC, no indica, en absoluto, que esté mal indicado. De hecho, en ocasiones es necesario utilizar otro tipo de fármacos aún más extraños (aparentemente), como los neurolépticos, para el tratamiento de los TOC complicados o resistentes.
¿Cuándo está indicada la psicocirugía? (TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO (TOC) )
Si ha llegado ya a plantearse esta pregunta es porque está muy familiarizado con la enfermedad y su tratamiento. La psicocirugía del TOC se viene practicando desde hace años y se sigue practicando (cosa que no sucede con otras indicaciones neuroquirúrgicas que han demostrado su absoluta ineficacia). Las técnicas neuroquirúrgicas para el TOC, no obstante, han cambiado de forma radical (desde las capsulotomías hasta la colocación de electrodos). Pero la pregunta es cuándo está indicada y la respuesta es clara: cuando no hay otra alternativa. Cuando se ha intentado todo tipo de intervenciones farmacológicas y psicológicas, a dosis terapéuticas y durante el tiempo necesario. Cuando la gravedad de la enfermedad impide que la vida del enfermo sea tolerable.
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