La rubefobia es un miedo intenso y persistente a ruborizarse en público, a que otros noten que uno se sonroja. No se trata simplemente de sentir calor en el rostro o de ponerse rojo ocasionalmente: para quienes la padecen, es una ansiedad anticipatoria constante, acompañada muchas veces de pensamientos de vergüenza y temor al juicio externo.