En muchas ocasiones un poco de ansiedad puede ser el motor perfecto para empezar a hacer cambios en nuestro beneficio, como se dice coloquialmente “ponernos las pilas”, pero si el nivel aumenta podemos encontrarnos en una situación amenazadora.
Hay muchos estudiantes que esperan hasta el último momento para estudiar porque cuando se acercan las fechas de exámenes, una pequeña dosis de ansiedad se convierte en un motor sensacional para concentrarse y ponerse a estudiar seriamente. No vamos a decir que esto sea lo más positivo o que sea una buena estrategia ya que la ansiedad puede subir a un nivel tan estresante que sea muy difícil concentrarse y no pensar en lo peor.
Síntomas de la ansiedad
Cada persona puede enfrentarse y afectarle a la ansiedad de una forma diferente, tanto física como emocionalmente.
Si nos centramos en los síntomas emocionales que puede despertar la ansiedad, uno de los más frecuentes es la negatividad y la preocupación excesiva, es como si uno perdiera la objetividad y todo fuera cuesta abajo. Unas inmensas ganas de llorar o incluso un llanto descontrolado puede estar relacionado con la ansiedad, tensión, irritabilidad, problemas para conciliar el sueño o periodos de insomnio, etc.